Ha tenido que ser Mariano Fernández Bermejo, desde sus raíces cómo hijo del Jefe Local del Movimiento Nacional, el encargado de rescatar el noble arte cinegético de las garras de la reacción; convirtiéndolo, con su práctica, en una digna afición al alcance de todos los españoles; especialmente de los de tendencia o afiliación progresista. Y decimos que lo ha puesto al alcance, porque antes de él, no se conocían casos en los que un puesto de primera en una montería de lujo, saliera por los módicos 1.000€ que el Ministro siempre ha abonado religiosamente; excepto, claro está, en aquellos casos en los que no le ha quedado más remedio que permitirle a su anfitrión ejercer como tal. Como la caverna no perdona, se ha tratado de instrumentalizar en su contra el pequeño despiste que supuso la apertura de un expediente por cazar sin licencia; como ya decimos fruto de un inocente olvido. También se le han criticado otras pequeñeces tales como la inversión de 250.000€ en la reforma de su despacho pocos meses después de que la ocupante anterior, la Ministra de Vivienda María Antonia Iglesias lo dejara “"…en perfecto estado para vivir”; actuación rehabilitadora absolutamente justificada y que demuestra la diligencia con que Mariano Fernández Bermejo cuida del patrimonio público, ya que “se debían a una infiltración de agua”. Pero la reacción no descansa y asimismo, se le ha criticado el haber sido el primer ministro de Justicia al que los jueces le declaran una huelga indefinida; lo que hay que interpretar como prueba de su talante democrático totalmente respetuoso con el derecho de huelga. Como ya decimos, críticas todas ellas traídas por los pelos.
Pero lo que sin duda va a ser su legado más importante a la obra del pensamiento único y que no podemos dejar de destacar es su aportación al pensamiento jurídico. Ahí ha roto fronteras, imponiendo por la vía de los hechos, una interpretación absolutamente novedosa y progresista, de la figura de la PREVARICACIÓN. Ha demostrado de forma meridiana que el hecho de que coincidan el ministro de Justicia, el juez encargado del sumario (Garzón, otra Luminaria progresista que sin duda, merecerá la atención de esta WikiProgre ), el jefe de la policía judicial y una fiscal de la Audiencia Nacional; todos ellos encargados de un caso de investigación de una trama de corrupción en el partido contrario; no es sino lo que parece a cualquiera que no se encuentre intoxicado por propagandistas de la derechona como Jiménez Losantos; es decir, una mera coincidencia completamente inocente. Coincidencia de probabilidad cósmica, pero coincidencia al fin y al cabo.
Ilustraciones: véase la diferencia entre los tiempos en los que las monterías eran cosa exclusiva de los miembros de las castas privilegiadas, como el Extinto (Foto 1) y ahora, en los que la decidida opción del Ministro Bermejo las ha convertido en popular afición de tintes progresistas (Foto 2). Nótese el talante democrático con el que el Ministro sujeta con sus propias manos las cuernas, mientras el Extinto se vale de unos útiles que sostienen la panoplia. Los españoles podemos sentirnos legítimamente orgullosos de los avances sociales conseguidos desde la Transición democrática; que, cómo se demuestra, pertenecen casi en exclusiva a los gobiernos de progreso. 
